El mapa etnográfico, elaborado por el INAH, aborda el desarrollo y las particularidades de los seis grupos etnolingüísticos que habitan al noreste de la capital del país
La región que abarca la zona Huasteca y el semidesierto queretano, que cubre los estados de Veracruz, Tamaulipas, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí, Querétaro y Guanajuato, cuenta ya con un atlas etnográfico que aborda el desarrollo y las particularidades de los seis grupos etnolingüísticos que habitan al noreste de la capital del país.
El atlas fue editado por la Coordinación Nacional de Antropología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), la Universidad Autónoma de Querétaro y el Instituto Queretano para la Cultura y las Artes.
De acuerdo con la doctora Julieta Valle Esquivel, una de las coordinadoras del proyecto de investigación, en la elaboración del Atlas participaron más de 120 etnólogos, antropólogos e historiadores, y los trabajos de campo llevaron cerca de ocho años, en trabajo que se inscribe en el Proyecto Etnografía de las Regiones Indígenas de México en el Nuevo Milenio.
Detalló que la obra atiende las características históricas y culturales de seis grupos etnolingüísticos: huastecos o teenek, pames o xi'oí, otomíes: ñöñhö y ñañho, chichimecas jonaz, nahuas de la Huasteca o macehualmej y tepehuas o ma álh ama.
El Atlas integra dos estudios históricos de la región a cargo de los coordinadores de la obra: Julieta Valle, Diego Prieto Hernández y Beatriz Utrilla, así como seis ensayos etnográficos por cada grupo etnolingüístico, cinco artículos sobre organización social y comunitaria, así como diversos textos temáticos sobre economía y cultura material, cosmovisión y ritualidad, tradición, actualidad y proceso de cambio.
Julieta Valle detalló que el Atlas recién editado se distingue porque "traspasa las fronteras políticas y administrativas, abarcando una región cultural y económica, cuya historia empieza con Mesoamérica".
Puntualizó que elaborar este atlas es un acto de justicia y de visibilización de las culturas de la Huasteca, cuya población indígena en conjunto suma poco menos de un millón de habitantes y, aunque no se puede hablar de que se esté extinguiendo, es urgente integrarla a una visión pluricultural de nación, pues aún conservan su organización social y formas de gobierno, creencias míticas y prácticas religiosas, así como la vitalidad de sus expresiones estéticas.
Por su parte, Beatriz Utrilla, de la Universidad Autónoma de Querétaro, y Diego Prieto Hernández, del Centro INAH Querétaro, también coordinadores de la publicación, destacaron que en las poblaciones de la región estudiada "la memoria, plasmada en diversos mitos fundacionales, leyendas y relatos, reconoce un origen visiblemente chichimeca, al grado de que en diversas comunidades de Tolimán existe una veneración explícita por los abuelitos mecos, como denominan a sus antepasados chichimecas".
Comentaron que el Atlas etnográfico busca dignificar "el carácter rebelde, indómito y batallador que siempre se atribuyó a las tribus chichimecas", mediante diversos trabajos que abordan las aportaciones de las distintas comunidades que coexisten en el noreste de México.
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La obra atiende las características históricas y culturales de seis grupos etnolingüísticos. (Foto: Archivo El Universal ) |
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